En el caótico tráfico de Siem Reap, una de las principales ciudades de Camboya, las mujeres que conducen los "tuk tuk" para llevar turistas a los templos de Angkor han logrado hacerse un hueco, a pesar de la discriminación. "Ahora nos respetan", afirma Roeung Sorphy, una mujer camboyana de 37 años, que tomó el volante hace tres años, después de pedir prestados al banco 3.000 dólares para comprarse un "tuk tuk", un triciclo motorizado que sirve de taxi en muchos países del sudeste asiático. Pero esta taxista, madre de tres hijos, encontró en su camino obstáculos más grandes que los vehículos sobrecargados y los perros callejeros.
Las empresas propiedad de mujeres tienen dificultades para convencer a los bancos de que las financien, según un informe de la ONU de 2022.
En un país con valores patriarcales, sus colegas masculinos intentaron disuadirla mediante actos de intimidación física y verbal, dificultando sus inicios, explica. "Al principio me miraban desde arriba (...) Decían que las mujeres debían quedarse en casa y lavar los platos", explica. "Pero perseveramos y hoy dejaron de discriminarnos. Piensan que somos iguales a ellos", continúa la mujer cuyo marido también conduce un "tuk tuk". "Me encanta mi trabajo. Todas las mujeres pueden hacerlo", dice. "Al principio fue difícil convencerme a mí misma de conducir un 'tuk tuk'. Nunca pensé que podría hacerlo", relata Sieng Meng, de 36 años. A pesar de los recientes esfuerzos del gobierno, Camboya sigue caracterizándose por una gran desigualdad entre hombres y mujeres.
Kim Sokleang, una mujer de 39 años, fundó una asociación para ayudar a las conductoras de "tuk tuk", que cuenta con unos 20 miembros. Es sólo el comienzo.
Las empresas propiedad de mujeres tienen dificultades para convencer a los bancos de que las financien, según un informe de la ONU de 2022. El informe señala que sus negocios tienen menos posibilidades de ser registrados y, por lo tanto, de beneficiarse de ayudas estatales en una economía dominada por el sector informal. Comienzos muy duros Los ingresos medios de un conductor de "tuk tuk" en Phnom Penh puede alcanzar los 25 dólares al día, pero en otras provincias las ganancias pueden ser muy inferiores, señala una ONG camboyana especializada en el trabajo informal. En Siem Reap, Kim Sokleang, una mujer de 39 años, fundó el año pasado una asociación para ayudar a las conductoras de "tuk tuk", que cuenta con unos 20 miembros. Después de su divorcio en 2013, tomó el volante de un "tuk tuk" para poder alimentar a sus dos hijos en Phnom Penh, donde vivía en ese momento. "El primer día no tuve pasajeros", recuerda. Debido a la discriminación, se trasladó en 2015 a Siem Reap para llevar a los turistas, aunque no hablaba ni una palabra de inglés. Los comienzos fueron duros. La gente piensa que las mujeres son "demasiado débiles para conducir", lamenta. Kim goza hoy de una popularidad inédita para la profesión, con una página en Facebook, Tripadvisor y Google Reviews, además de su propio sitio internet. La turista noruega Stine Solheim y su amiga reconocen sentirse "seguras" en el triciclo de Kim, decorado con banderas y flores de loto. Sin embargo, Kim Sokleang se queja de la falta de apoyo de las autoridades, y hace un llamado a los dirigentes -en su mayoría hombres- para que den el ejemplo. "Si pudieran venir y dar una vuelta en 'tuk tuk', nos ayudaría, significaría a los camboyanos que es necesario dejar de discriminarse entre nosotros", asegura. Fuente: AFP